En febrero de 2021 se produjeron tres registros, dos en Terni y uno en las cercanías, por 270 bis y 41 TULPS. Dos personas siguen siendo investigadas por 270 bis, yo entre ellas. En la investigación también se impugna por el delito de incitación a cometer delitos. Básicamente, todo se basa en un puñado de escritos y una pegada de carteles. Podría ser una broma, algo que hasta hace unos años, si me lo hubieran contado no lo habría creído. Hoy no es ninguna broma. El 24 de noviembre se celebrará la vista preliminar en Perugia, ya que la fiscalía que lleva la investigación es la de Perugia, dirigida por el fiscal Comodi. Por otro lado, en los últimos meses el Estado ha revelado toda su verdadero rostro vengativo con la recalificación en “masacre política” para Alfredo y Ana, metiendo a Alfredo en 41 bis con el riesgo a una condena de cadena perpetua sin beneficios penitenciarios, y una condena de 28 años en primera instancia para Juan. Se podría escribir mucho sobre la represión, sobre el delito de asociación con fines terroristas; cosas ya escritas (y seguramente mejor de lo que yo pueda hacer) por muchos otros compañeros y compañeras. Del mismo modo que se podría escribir mucho sobre este 270 bis en particular, inscrito en un contexto provinciano que tiende a hacer tierra quemada a los ideales anarquistas en este territorio, que justifica los gastos realizados en cinco años de investigaciones, y que finalmente tiende a socavar a quienes llevan a cabo los ideales concretos de la anarquía y en concreto la solidaridad con algunos presos anarquistas; como los acusados (y algunos finalmente condenados) en el proceso Scripta Manent y a Juan (la pegada de carteles impugnada es en relación a un cartel que expresaba solidaridad con él).
Pero precisamente esta no es la intención de estas líneas..
Quiero reiterar mi solidaridad con todos los presos y presas, en particular con Anna, Alfredo, Juan e Ivan. Alfredo está en huelga de hambre desde el 20 de octubre por las medidas de aniquilación que está sufriendo, por la abolición del 41 bis y de la cadena perpetua sin beneficios, Juan ha iniciado una huelga de hambre el 25 de octubre en solidaridad con Alfredo y con todos los presos de la lucha social en el mundo, Ivan la ha empezado el 27 de octubre. En este momento, esta es la urgencia, es decir, apoyar y propagar la lucha que están llevando adelante nuestros compañeros encerrados, y no hablar del enésimo caso represivo. La lucha que está llevando Alfredo le concierne a él, pero también a todos nosotros. Quien no entienda esto o es miope o finge serlo. Es necesario arremangarse y ensuciarse las manos, hoy mas que nunca tenemos que adoptar una posición y decidir de que lado de la barricada estar. Para mí, la indiferencia siempre ha sido algo despreciable. Y este sutil y casi transparente miedo provinciano a abrazar los ideales que no se quedan en meras palabras es, cuando menos, irritante. Un miedo que, sin embargo, desgraciadamente no sólo afecta a las provincias. Cierto que el camino no es cuesta abajo, el Estado lleva años dotándose de instrumentos cada vez más punitivos, también en cuanto al número de años en juego según qué delito, pero una vida sin riesgos ni aventuras sería bastante aburrida por lo que a mí respecta. Nos están quitando todo, hasta la capacidad de escribir y hablar, nos están quitando el aire que dicen está infectada, nos están quitando la propiedad sobre nuestros cuerpos, ahora deciden qué me tengo que inyectar, nos están diciendo que el encarecimiento de la vida no es su culpa sino la de la guerra, como si esta no fuera su guerra. Están enterrando a nuestros y nuestras camaradas con decenas de años de cárcel.
Es tiempo de actuar.
Por nosotros, por Alfredo, por Anna, por Juan.
Por todos los presos anarquistas y revolucionarios.
Por todos los presos y presas obligados a pudrirse día a día en las cárceles.
Por la revuelta, por la anarquía.
Bibi