Por medio de una llamada telefónica no enteramos que la tarde de hoy miércoles 14 diciembre, Anna interrumpe su huelga de hambre comenzada hace 38 días. Al finalizar la huelga Anna ha perdido 13 kilos, tiene una presión arterial entre 50 y 80. Algunos valores del perfil hepático superan los parámetros considerados aceptables desde el punto de vista sanitario. En el último período desde la cárcel le han planteado varias veces el ingreso hospitalario, pero ella lo ha rechazado siempre.
En esta lucha está en juego la vida de nuestros compañeros en prisión. Depende de todos nosotros, anarquistas y revolucionarios, actuar de modo que venga salvaguardada. Esto es aún más aplicable en relación con Alfredo, que ha llegado al 56º día de huelga de hambre, y cuyas condiciones se vuelven cada vez más críticas en espera de la decición del Tribunal de vigilancia.