NINGUNA RENDICIÓN
SU LUCHA ES NUESTRA LUCHA
En este mundo, en él que el provecho es el motor universal que mueve y define los acontecimientos del planeta, no nos sorprende que la guerra esté cada vez más presente en nuestras vidas.
Guerra armada a los confines de Europa, guerra contra-insurreccional en contra del enemigo interior: la guerra multiplica los benefícios de los de siempre y se ensaña en contra de los niveles más pobres de la población, en contra de la naturaleza, en contra de la vida misma.
Los propósitos son los mismos a toda latidud: dominar, explotar, saquear.
Las consecuencias también: inflación, sufrimiento y explotación.
Quien se opone a todo esto, tropieza en los mecanismos represivos, ya sean movimientos populares de lucha o esas organizaciones e individuos revolucionarios que se atreven a unir las ideas con la acción.
Los mismos mecanismos de aislamiento y ajenación que se expanden en la sociedad civil, volviéndonos sólos y débiles, se reproducen y se vuelven extremos dentro da las prisiones, columnas imprescindibles del sistema capitalista, a través del aislamiento, la dispersión y la aplicación de regímenes diferenciados.
Y si cárceles y tribunales son desde siempre cruel herramienta de la lucha de clase, dentro de las prisiones hay quien no se rinde frente a este desafío. Hoy en día, lo están haciendo todos esos compañeros y compañeras que han decidido llevar a cabo huelgas de hambre sin condiciones, hasta la muerte.
En Italia, Alfredo Cospito, en huelga de hambre desde el 20 de octubre 2022 para la abolición del régimen de aislamiento 41 bis y de la cadena perpetua sin posibilidad de ser revisada, y en solidaridad con todos los presos revolucionarios.
En Francia, Ivan Alocco, en huelga de hambre hoy por segunda vez, para apoyar la lucha de Alfredo Cospito.
En los territorios ocupados por Israel, Nidal Abou Aker, Ghassan Zawahreh, Salah Hamouri, Ziad Qaddoumi y decenas de presos más, en huelga en contra de la detención administrativa, potencialmente interminable.
En Turquía, militantes, periodistas y representantes del partido filokurdo HDP, encarcelados con acusaciones sin fundamento, acusaciones de terrorismo y condenados a decenas de años de cárcel. Hace años que los presos kurdos llevan una batalla con las herramientas de la resistencia y de la huelga de hambre, en contra de la cárcel especial y para la libertad de Abdullah Öcalan y de todos los presos políticos de la segregación.
En Grecia, el luchador anarquista Thanos Chatziangelou, en huelga de hambre en contra del traslado de castigo en la cárcel de Nigrita, después de haber participado en las luchas de los presos.
Quien lucha con determinación nunca ha perdido: poner en juego su propria vida para la afirmación de sus propios valores revolucionarios, ya es una victoria en sí.
Pero hay veces en que la lucha merece la pena en el sentido más concreto. Hace unos días diez de los once presos y presas revolucionarios turcos, detenidos en Grecia, en huelga de hambre desde el 7 de octubre pasado, han salido a la calle bajo fianza. Estos compañeros piden una revisión del juicio, rechazan y devuelven al remitente la acusación de terrorismo, subrayando la colaboración despiedada entre los Estados turco, griego y estadounidense, que ha llevado a su detención.
Lo que los Estados pretenden a través de la tortura y el aislamiento, es el arrepentimiento, la capitulación, la abjuración. Estos compañeros rechazan la idea de la rendición y de la colaboración, rechazan de dejarse enterrar en vida. La huelga de hambre es su herramienta de lucha, su cuerpo su última trinchera.
La resistencia de estos presos es grande, desinteresada. Pagan un precio muy alto para respaldar la posibilidad y la necesidad de la revolución. No importa a que tendencia política pertenezcan, ellos son una parte preciosa del movimiento de liberación.
Como dicen las presas y los presos turcos que han luchado a través de una larga huelga de hambre:
“Nuestra resistencia nos une.
Nuestra resistencia es la base del internacionalismo.
Nuestra resistencia fortalece la unidad de nuestros pueblos”.
Jueves 19 de enero 2023, llamamos a una jornada de movilización internacional e internacionalista, para la abolición del 41 bis y de todas las formas de aislamiento y tortura, para que desde todos los lugares de la tierra, se levanten las llamas de las cárceles ardiendo.
Asamblea de solidaridad con los presos en lucha