«Alfredo, hoy el peso de una montaña intenta tumbarte. Nos preguntamos cuantas veces al día luchas con tu propia mente. Nos has hecho saber la fuerza de tus convicciones, tu cuerpo se demacra, sin embargo tu mismo lo has dicho «Me dejaré morir. Mi cuerpo es la última protesta»
Peligrosa y altamente contagiosa es tu esencia, cada día en prisión te pensamos. Un poderoso bosque habita en tu mente y solo indómitos espiritus merodean en ella.
Indescifrable es para lxs poderosxs tu fuente inagotable de subversión. Hasta el último de tus días continuarás con tu batalla, desde una celda pequeña, oscura, sin comunicación, solo contigo mismo. Pero en la dimensión de tus pensamientos con tus más hermosos recuerdos, con cada una de tus batallas bombeando por tus venas, fortaleciendo cada árbol milenario que se erige en ese bosque.
Un laberinto sin salida es tu mente para lxs matarifes, para nosotrxs un dulce y grato pasaje que nos has dejado visitar, sentir, observar…
Por el fin del regimen 41bis! Solidaridad activa con Alfredo Cospito!
Fuego a todas las prisiones del mundo!»
Mawünhko, desde la cárcel de San Miguel.
Tomás, desde la cárcel Santiago 1.