Alfonso Peiró no es un mero carcelero. Por algun motivo se ve impelido en la defensa de la impunidad corporativa, concretamente en la macrocárcel de Zuera, Zaragoza.
Cuando los presos desahogan su rábia entre ellos o contra ellos mismos todo sigue su cauce. Sin embargo, cuando alguien osa devolver la violencia a los esbirros del encierro salen personajes doblemente deleznables como Alfonso Peiró a berrear victimismo.
Las pocas posibles consecuencias de nuestras atenciones no son nada comparado con lo que merecerían personajes de su calaña y sus superiores.
El paquete estaba compuesto por tres tubitos de aluminio rellenos de cloratita blanca atados entre ellos. Para evitar daños a terceras manos, que no son nuestro objetivo, el paquete estava precintado con plástico transparente.
Dedicamos esta acción al compañero anarquista Alfredo Cospito, prisionero en las mazmorras del Estado italiano, que está llevando a cabo una dura huelga de hambre contra el 41bis, régimen de aislamiento total en el que lo quieren someter.
LA UNICA JUSTICIA ES AQUELLA REVOLUCIONARIA
QUE EL MIEDO CAMBIE DE BANDO
impacientes
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