Escenarios de guerra y realidades de represión

Publicado a principios de marzo 2023 en Il Rovescio.

 

Recibimos y difundimos el texto que se distribuyó durante la marcha contra la guerra el 25 de febrero en Génova.

ESCENARIOS DE GUERRA
Y REALIDADES DE REPRESIÓN:
El estado condena a muerte al
anarquista de acción Alfredo Cospito.

Después de un año de inicio de la guerra en Ucrania, las condiciones desencadenantes no han cambiado en absoluto, de hecho simplemente se han profundizado. Los poderes internos del tablero de ajedrez y el mercado internacional aún no han satisfecho plenamente sus intereses económicos y de hegemonía. Ha quedado claro que no existe un dictador loco ni unos salvadores del pueblo Ucraniano. La guerra no tiene nunca un origen humanitario sino más bien de hegemonía y siempre va en detrimento, como mínimo, de los que viven en territorio de guerra.

También Italia se encuentra en guerra, es cierto que no una guerra librada con armas en las manos, sino más bien una guerra que se manifiesta en la economía, en el control de los espacios sociales e individuales y en la legislación bélica, cada vez más evidente, cada vez más abrumadora y global.

Un claro ejemplo de todo esto es la condena a muerte de nuestro compañero anarquista Alfredo Cospito. Alfredo está en huelga de hambre después de 4 meses de lucha contra el 41 BIS y la cadena perpetua. Su lucha, se origina por su actual condición carcelaria en el 41 BIS, tiene un carácter general que no atañe solo a su caso particular, sino que quiere señalar con el dedo y llamar la atención sobre dos abominaciones del llamado estado democrático Italiano, el 41 BIS y la cadena perpetua, que, cada vez más, constituyen el esqueleto de la ideología del sistema penitenciario y de la sociedad en la que vivimos. Del 41 BIS y la cadena perpetua se sale sólo arrepintiéndose y/o colaborando, esto es, suprimiendo tu propia identidad y/o vendiendo la de algún otro, sometiéndose y doblegándose a la violencia del Estado, su único titular legítimo y legitimado.

El 41 BIS, al margen de la propaganda estatal y mediática que lo define como herramienta única y salvífica contra las asociaciones criminales que, sin embargo constituyen y son la otra cara de la moneda del Estado Italiano colonizador y explotador, tiene como objetivo el de castigar físicamente, aniquilar, servir como ejemplo de conducta tanto es así que su lógica se vuelve omnipresente en todo el sistema penitenciario y que de vez en cuando adopta alguna de sus peculiaridades y características.

La huelga de hambre de Alfredo ha hecho emerger de un modo inequívoco la verdadera cara de la democracia (de guerra y más allá), la cara feroz y cruel de quien no debe y no puede ser cuestionado, la cara del verdugo que decide matar y mata, la cara de la arrogancia del poder que elimina aquello que no es compatible consigo mismo, corta, selecciona.

La respuesta del Estado será ahora su futura línea de conducta no solo hacía los anarquistas sino más en general hacía aquellos que por necesidad o por voluntad intentarán o ya intentan ser un obstáculo y oposición al incendiario mecanismo de explotación y privatización de la libertad: aniquilamiento.

Claro que se sabe, todo esto no va a pasar ni hoy ni mañana, la historia lleva mucho tiempo pero lo qué importa al final, sin embargo, es la perspectiva en la que nos colocamos. Y seguramente el salto cualitativo del punto de vista represivo está a la vista de todas y todos. Como ante los ojos de todas y todos es que la lucha de Alfredo tuvo la “culpa” y el mérito de rasgar el velo de la hipocresía de la democracia, destacando que en un estado en guerra y en crisis, los tonos grises, las opciones reformistas o peor, ancladas a una idea de estado ético y salvífico que quiere pero no puede, el mundo en el que los conflictos, los enfrentamientos pueden ser resueltos de forma no violenta y en el que una parte no sucumba, ya no tienen espacio, que la guerra es la guerra y no se toman prisioneros. La lucha de Alfredo ha despejado toda la niebla y nos mostrado el mundo tal como es, dividido en dos partes contrapuestas: los explotadores y asesinos, y los explotados.

Después de la sentencia de la casación, después de la definitiva condena a muerte de nuestro compañero, nada será como antes. Pero sabemos, la lucidez del mañana tendrá que ser mayor que la de ayer porque ya nadie podrá decir que no lo sabía, porque nos han declarado la guerra abierta.

El final es conocido y a estas alturas de la historia, nos toca a nosotros seguir manteniendo abierto el tajo, profundizarlo e intentar transformarlo en una grieta que socave la maquina social imperante que nos quiere dóciles carne de cañón, asustados y aniquilados. Depende de nosotros no serlo.

CERRAR EL 41 BIS, ABOLIR LA CADENA PERPETUA
SOLIDARIDAD CON ALFREDO Y TODOS LOS PRISIONEROS
REVOLUCIONARIOS, TODOS Y TODAS LIBRES.
ESTADO ASESINO.

Fuente: ilrovescio.info
Trad. recibida al correo, revisada por lucharcontrael41bis