Compartimos un pequeño registro de lo que fue la «Tarde en solidaridad con Alfredo Cospito», instancia que tuvo lugar en la plaza Yungay el pasado viernes 17 de febrero, en la que se busco informar sobre la situación jurídica del compañero y su huelga de hambre (que ya lleva más de 120 días) por medio de informátivos impresos y la proyección del corto-documental «El último respiro. El caso de Alfredo Cospito y Anna Beniamino».
Agradecer a lxs compañerxs que nos acompañaron con su música, también al proyecto Radial 31 de enero que transmitieron la jornada en vivo y a quienes asistieron con su feria y propaganda.
Al igual como se dijo durante la actividad, iniciativas como estas no pretenden ser un fin en si mismo, como tampoco buscan reproducir una solidaridad ciega u oportunista. El llamado siempre es a formar una afinidad cómplice que vaya más allá de una urgencia asistencialista, es ha expresar en múltiples gestos nuestra posición.
Alfredo Cospito es un compañero anarquista y nihilista que ha reafirmado sus ideas constantemente a través de la práctica, nunca dejando de lado la reflexión y las palabras. Su detención en el año 2012, luego de haber disparado a las piernas del empresario nuclear Adinolfi en compañía con otro compañero, sigue siendo un recordatorio de que el poder es administrado por responsables directos, que no es una abstracción de la cual hacer una disputa ideológica, sino que en su gestión, quienes lo perpetúan, tienen rostros y direcciones a las cuales cada día se vuelve más necesario atacar.
Alfredo es un compañero que ha recurrido a la violencia revolucionaria, que ha sido condenado no tan solo por actuar, sino que también por pensar, por mantenerse viva esas ideas de libertad que lo mantienen inquebrantable.
Hoy su huelga de hambre es una demostración de determinación contra el sistema carcelario y sus centros de exterminio y aislamiento. Es la continuación de una guerra que aún no acaba, que inició mucho antes de sus juicios, de sus declaraciones. Es una guerra contra el Estado y la dominación, que esta vez tiene al compañero confrontando la venganza de un sistema contra su historia, contra lxs anarquistas de acción.
Que la solidaridad sea nuestra mejor arma, no así nuestro único motor de lucha. Que las iniciativas por el compañero sigan hacia adelante. No abandonemos al compañero, cada día que pasa puede ser el último respiro.
Este 24 de febrero se evaluará si Alfredo continuará o no bajo el régimen de tortura del 41bis, fecha a la cual él se ha mentalizado en llegar vivo.
Solidaridad con Alfredo Cospito!
No al 41bis!
No a los regímenes de aislamiento!