Atenas, 2 diciembre
Susanna Schlein es la hermana mayor de la diputada italiana de izquierdas Elly Schlein (que también se presenta a las primarias de 2023 para liderar el Partito Democratico), pero sobre todo está en proceso de conseguir una brillante carrera diplomática. Tras haber estado destinada en Alemania y Albania, el pasado mes de septiembre obtuvo el codiciado puesto de 1ª Consejera de la Embajada de Italia en Grecia, convirtiéndose así en la 2ª responsable de la Embajada italiana en ese país. Un trabajo que, obviamente, no está exento de riesgos, y que ciertamente asumió con confianza… hasta que fue despertada en su casa, en el lujoso barrio de Papágos, en plena noche ateniense, el 2 de diciembre hacia las 4 de la madrugada, por una serie de explosiones.
El inquietante sonido no procedía de los petardos lanzados por algunos noctámbulos borrachos en una calle adyacente, sino de su propio coche, sabiamente aparcado en el garaje de su casa: un coche reducido a una carcasa humeante por un incendio provocado, cuya explosión del depósito de combustible y de los neumáticos la despertó repentinamente de su sueño, mientras quizás soñaba inocentemente en cómo servir mejor a su país. Y eso no es todo, ya que el segundo coche del diplomático italiano, el que estaba de guardia, también estuvo a punto de correr la misma suerte que el primero, antes de que los bomberos que acudieron al lugar descubrieran un artefacto incendiario colocado bajo su rueda.
Ni que decir tiene que esto le valió a la diplomática mensajes de solidaridad de toda la clase política de su país, donde nadie tiene dudas sobre los motivos de este atentado que golpeó a un representante del Estado italiano delante de sus narices, sobre todo después de las pintadas que aparecieron en las paredes de la embajada italiana en Atenas el 17 de noviembre («Alfredo libero (A)» en italiano, y «El régimen del 41bis en Italia es una tortura (A)» en griego), seguida de la intervención del 30 de noviembre contra la Cámara de Comercio greco-italiana de Atenas (pintura y panfletos), precedida a su vez por la dirigida al Instituto Cultural Italiano de la ciudad (pancarta y etiquetas) el 9 de noviembre… y todo esto entre varios ataques incendiarios a vehículos sobre el mismo tema.
Como era de esperar, la Primera Ministra Giorgia Meloni afirmó que la noche que pasó el segundo de su embajada en Grecia fue «un atentado probablemente de origen anarquista«, mientras que la prensa italiana volvió a centrar su atención en la situación de Alfredo Cospito, que lleva 45 días en huelga de hambre contra la cadena perpetua y el régimen penitenciario del 41bis, y sobre el que estaba prevista una audiencia del Tribunal de Vigilancia de Roma el 1 de diciembre…
[Resumen de prensa italiana, 2 de diciembre]
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He aquí la reacción de Flavio Rossi Albertini, abogado de Cospito, en los medios de comunicación italianos, sobre el hecho de que podría tratarse de un atentado anarquista en solidaridad con su cliente, como declaró por ejemplo el ministro del Interior griego Panagiotis Theodorikakos…
“Espero que no se trate de declaraciones basadas en prejuicios o hipótesis no verificadas”, comentó Flavio Rossi Albertini, abogado de Alfredo Cospito, sobre la posibilidad de que el ataque a Susanna Schlein fuera un acto de solidaridad con el anarquista. “Se quemó un coche, y por muy grave que sea, estamos hablando de un coche quemado: hay que ver las cosas con mesura”, añadió. “Casi todas las iniciativas de solidaridad han sido legítimas y legales, e incluso cuando han ido más allá del límite, han adoptado formas muy poco ofensivas, jurídicamente hablando. Dejemos que se realicen las investigaciones y actuemos con racionalidad”, subraya el abogado.
(Il fatto quotidiano, «L’attentato a Schlein: le accuse sugli anarchici e il caso di Alfredo Cospito, detenuto al 41 bis», 2 de diciembre de 2022)
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Atenas, un misterioso incendio criminal en el domicilio
de diplomática italiana
[Courrier international, 3 diciembre]
“‘Acto criminal grave’: así calificó el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano el atentado que, en la noche del 1 al 2 de diciembre, destrozó el coche de una diplomática italiana en Atenas”, en su garaje, informa el Corriere della Sera. La mujer en cuestión es Susanna Schlein, primera consejera de la embajada italiana y hermana de Elly Schlein, figura de la izquierda italiana y posible candidata a la presidencia del Partido Democrático.
Según el periódico, el coche fue incendiado y luego “completamente destruido por una explosión”. Un segundo vehículo, también perteneciente a la diplomática, también era objetivo: en su interior se encontró un cóctel molotov con la mecha medio consumida. “La policía griega y la fiscalía de Roma están investigando el asunto”. Nadie resultó herido en el incidente.
“Se desconoce la identidad de los responsables y sus motivos», prosigue. La primera ministra Giorgia Meloni, que se solidarizó con Schlein, habló del “probable origen anarquista”, aunque por el momento no hay suficiente información para apoyar esta hipótesis.» El ataque no ha sido reivindicado.
Una gran movilización
Los medios de comunicación italianos retomaron el protagonismo anarquista y relacionaron el atentado con la reciente movilización de grupos anarquistas en Grecia e Italia en apoyo de Alfredo Cospito. Este militante anarquista, condenado por “un atentado que no causó heridos ni muertos”, podría ver conmutada su pena por la de cadena perpetua en los próximos días, informó Il Post en otro artículo. En abril, se endureció su régimen de detención por haber mantenido correspondencia con otros anarquistas. Cospito se puso en huelga de hambre a finales de octubre.
“El miércoles 30 de noviembre, de nuevo en Atenas, tuvo lugar una nueva manifestación en apoyo de Cospito», dice Il Manifesto. En esta ocasión, un grupo de anarquistas se dirigió a la Cámara de Comercio greco-italiana y dejó mensajes en las paredes, pintura en la puerta y panfletos, con el objetivo de ‘enviar un mensaje de resistencia internacionalista contra el intento de exterminio de nuestro compañero por parte del Estado italiano’. Las semanas anteriores, también aparecieron mensajes de apoyo en los muros de la embajada italiana, añade La Stampa, y también “manifestaciones de apoyo en varias ciudades italianas”, añade Il Post, que, con prudencia, sostiene que “el vínculo con el atentado contra Schlein es difícil de verificar”.