Toulouse, finales diciembre.
Este fin de año, Mientras algunos conducen Tesla’s y están calentitos en casa, nosotros no tenemos para pagar las facturas. Para calentarnos hicimos una buena hoguera con un punto de carga para coches eléctricos en Croix-Daurade.
La ZBE impedirá a los más pobres acceder a Toulouse con el pretexto de la ecología. Conducir un vehículo eléctrico sólo detendrá la contaminación en tus sueños. La ZBE excluye a los pobres, los pobres quieren excluir a la ZBE.
La ecología de Estado gira en torno a la electricidad, especialmente la nuclear, que es una industria de muerte. La muerte de los proletarios colonizados en las minas de uranio, la muerte de la producción y gestión de residuos, en definitiva la muerte de los vivos, que sólo serían un daño colateral.
Hace diez años, tras el ligero accidente de Fukushima, unos compañeros revolucionarios dispararon en la rodilla al director general de una empresa italiana que exportaba tecnología nuclear. Hoy, uno de ellos, Alfredo Cospito, está en la cárcel y sometido a aislamiento total. Lleva dos meses en huelga de hambre para aliviar sus condiciones de detención.
Fuerza para él, para Anna Beniamino que también ha asumió la responsabilidad*, y para todos los compañeros que luchan contra la energía nuclear.
¡Contra el Imperio del capital verde, seamos Espartaco!
*Nota de luttercontrele41bis : Anna no asumió la responsabilidad del ataque a Adinolfi, si lo hicieron Alfredo Cospito y Nicola Gai, los únicos acusados [que ya han cumplido condena por los hechos]. Anna ha sido condenada [Scripta Manent] por pertenecer a la FAI y por dos artefactos explosivos fuera de una comisaría-escuela de Carabinieri en 2006