Comenzamos con una nota positiva. Ayer, 9 de febrero, se levantaron finalmente las medidas cautelares contra Agnese (obligación de firma) y de Massimo (arresto domiciliario). Este último, por lo tanto, después de dos años y tres meses entre detención domiciliaria y arresto domiciliario, vuelve a estar en libertad.
El 8 de febrero, el tribunal de Trento ha dictado la sentencia de primer grado de la «operación sin nombre». Juan ha sido condenado a 3 años, seis meses y 20 días de reclusión (además de 8.000 euros de multa) por «acto con fines terroristas» en relación con el ataque contra el ribunal de vigilancia de Trento ocurrido en el 2014. Agnese ha sido condenada a 2 años de reclusión por «procurar eludir la sentencia» y por «fabricación de documentos falsos» en relación a la clandestinidad de Juan. Massimo ha sido condenado a 1 año, un mes y 10 días por «intento de extorsión» en relación al intento de hacer transmitir desde la Radio 80, en abril del 2020, un comunicado sobre la masacre y sobre las torturas que tuvieron lugar en las prisiones italianas y en solidaridad con los prisioneros en lucha. El Ministerio Público había pedido respectivamente 5 años para Juan, 3 años para Agnese y 4 años para Massimo (se trataba de un proceso abreviado, por el cual las penas solicitadas ya estaban rebajadas de un tercio).
Esta es la lista. Por ahora, solo alguna rápida consideración.
Es la primera vez que, en una sentencia dictada en Trentino, un dañamiento –como el ocurrido contra el tribunal de vigilancia– viene agravado por la «finalidad del terrorismo». Agregamos que la supuesta «prueba de ADN» contra Juan había sido completamente desmontada por el perito de la defensa. El silogismo judicial ha sido el siguiente: visto que Juan ha sido condenado a 28 años con la acusación de colocar una olla explosiva frente a la sede de la Liga en Treviso, también fue quien colocó la del tribunal de vigilancia de Trentino cuatro años antes.
Silogismo similar aquello aplicado contra Agnese. Visto que ya había sido condenada por «fabricación de documentos falsos» en el juicio «Renata», los documentos falsos encontrados a Juan en ocasión de su captura seguramente los ha fabricado Agnese.
Pero el aspecto más grotesco de la sentencia emitida hace dos días, sin duda, se refiere al asunto de la radio. Aunque haya caído –demasiada gracia– el agravante de «terrorismo», los jueces han confirmado la acusación de «intento de extorsión» a Massimo. La defensa señaló que la extorsión es una noción inequívocamente económica, lejana años luz de una iniciativa destinada a sacar a la luz, en pleno confinamiento, lo que estaba ocurriendo en las cárceles. Pero cuando los hechos contradicen la lógica inquisitorial, tanto peor para los hechos.
También señalamos que Stecco, acusado del mismo delito que Agnese, ya había sido retirado del proceso durante la audiencia anterior en cuanto ilocalizable, y será juzgado por separado.
Fuera del tribunal se ha realizado una concentración en solidaridad con los compañeros bajo proceso y al lado de Alfredo Cospito.
Fuera Alfredo del 41 bis!
¡Solidaridad con Juan, Agnese, Stecco y Massimo!
Fuente: ilrovescio via contrainfo
[ligeras modificaciones a la traducción por lucharcontrael41bis]