Actualización sobre la audiencia de revisión de las medidas cautelares de la op. Sibilla + declaraciones de algunos compañeros investigados (Perugia, 14 marzo 2023)

El 14 de marzo se ha desarrollado en el aula-búnker dentro de la cárcel de Capanne de Peruggia la audiencia en la que se revisaban las medidas cautelares contra los anarquistas implicados en la operación Sibilla del 11 de noviembre de 2021, es decir, aquellos compañeros para los que se ordenaron medidas cautelares con la acusación de instigación a la delincuencia (414 c.p.) agravada por la finalidad de terrorismo en relación con la redacción, publicación y distribución de los seis primeros números de periódico anarquista “Vetriolo” y de otros artículos y contribuciones. Entre los investigados están Alfredo Cospito, en huelga de hambre desde hace más de 140 días, y Gianluca, actualmente en arresto domiciliario desde hace un año por la investigación Diamante.

Esta segunda revisión se deriva de la sentencia emitida por la corte de casación, que el pasado junio aceptaba la solicitud de la fiscal Manuela Comodi, anulando así la anterior decisión del tribunal de revisión, que en diciembre de 2021 ya había revocado las medidas cautelares.

Alfredo Cospito ha participado en la audiencia conectado a través de videoconferencia desde la cárcel milanesa de Opera mientras que tres compañeros investigados estaban presentes en la sala, en el interior de la cárcel de Perugia. La audiencia ha sido a puerta cerrada, fuera había una cuarentena de solidarios. Los tres compañeros investigados han realizado intervenciones (dos de ellos con declaraciones escritas) y han saludado calurosamente a Alfredo, quien ha leído una larga declaración en la que se le ha visto muy lúcido, cargado de su sarcasmo habitual. («prefiero la comedia al melodrama»). «Quiero empezar con las palabras de mi instigador», ha comenzado, citando una postura pronunciada en 2019 por el actual ministro de justicia Nordio respecto al 41 bis. El compañero ha reiterado el significado y la perspectiva de la huelga de hambre contra el régimen penitenciario definido como «mordaza medieval» y «metástasis que se extenderá a la disidencia política». Alfredo ha dicho que no acepta esta vida y que llegará hasta el final. «Para los anarquistas, que no tienen organización, nuestra palabra lo es todo». Por eso mantendrá su palabra, hasta el final. «Me iré con dignidad. Espero que quienes me aman lo entiendan». El compañero ha querido precisar que en la situación en su situación de reclusión, «los únicos rayos de luz que veo son los actos de mis hermanos y hermanas anarquistas en el mundo», «Gracias anarquistas. Os amo». Ha concluido diciendo: «Abolición del régimen 41 bis. Abolición del ergastolo ostativo. Solidaridad con todos los presos anarquistas, comunistas y revolucionarios del mundo».

Debido a las características propias del 41 bis, diseñado específicamente para poner una mordaza a los reclusos, por el momento no disponemos de la declaración completa. La difundiremos en cuanto se posible.

Después de una ridícula intervención de la fiscal Manuela Comodi, en la que ha perjurado que «la fiscalía de Perugia es totalmente ajena a la aplicación del 41 bis», en clara contradicción con las palabras de su superior Cantone (también presente en la sala), se ha levantado la sesión y el tribunal se ha reservado su decisión sobre las medidas cautelares contra los compañeros investigados.

La elección de trasladar la audiencia a la sala-búnker de la cárcel de Capanne ha sido un claro intento de alejar las iniciativas en solidaridad con Alfredo del centro de la ciudad. Lo cual no han conseguido, porque al tras la audiencia, la presencia solidaria se ha vuelto a convocar junto al comedor de la universidad de Perugia, donde se ha extendido una pancarta, se han repartido octavillas y. Durante más de una hora se han realizado intervenciones con un megáfono.

Mientras esperamos a poder difundir el texto de Alfredo Cospito, añadimos las declaraciones de dos compañeros investigados.

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Declaración de Michele Fabiani en la audiencia de revisión de las medidas cautelares de la operación Sibilla

Si tomo la palabra en esta sala es principalmente para mandar un caluroso saludo a un compañero que está luchando como un león, poniendo en grave peligro su propia vida para dar a conocer al mundo los horrores del 41 bis.

Mi contribución, ciertamente más modesta, es utilizar esta audiencia para romper el silencio, para sabotear el 41 bis, para que se sepa que Alfredo no está solo, que su lucha está sacudiendo las conciencias (de quienes todavía tienen conciencia).

Por otra parte, no creo que me esté deviando del tema sobre el que se debate hoy. Y no sólo por las evidentes conexiones entre este proceso y el 41 bis al que está sometido uno de los compañeros investigados, más bien porque en ambos casos entra en acción la misma mentalidad: la opinión que tienen los defensores del orden sobre el movimiento anarquista, se realiza, de hecho, sobre los modelos sociales para los que han sido adiestrados toda la vida.

Por tanto, conviene recordar lo obvio: los anarquistas no tienen lideres, no dan ni reciben órdenes, no realizan ni se dejan llevar por ninguna directriz. Así, el concepto “instigación” presenta un concepto desagradable, inaceptable para cualquier anarquista: la idea de empujar a otros a hacer cosas que quien instiga no tiene el valor de llevar a cabo en primera persona.

Además, el concepto de instigación se presenta como síntoma característico de lo que podríamos llamar “pensamiento paranoico” de las clases dominantes de este momento histórico. La idea fundamental es que nuestra sociedad es un Edén, una especie de paraíso terrenal. Por tanto, si alguien comete un “pecado”, sólo puede deberse a una serpiente tentadora, un instigador diabólico, que incita a la rebelión.

Una auténtica falsificación de la realidad en la que no se tienen en cuenta las enormes injusticias, desde la guerra hasta el lugar de trabajo. La vuestra es una visión distorsionada del mundo: esta sociedad no es un paraíso, sino un infierno. Quien se rebela lo hace porque ha adquirido, por si mismo, la determinación de acabar con todo esto.

Quiero precisar que no pretendo que estas afirmaciones sean consideradas como una especie de “defensa” de las acusaciones que se me imputan.

De hecho, quiero reiterar que no tengo miedo a este juicio. Un juicio en el que el cuerpo del delito lo componen libros y periódicos es un juicio en el que para cualquier persona decente –y no sólo para los anarquistas, para los que siempre es válida esta afirmación– el papel menos digno es sin duda el del acusador y no el del acusado. Aunque sólo fuera porque, en el caso que Alfredo muera, en el banquillo de los acusados se sentarán algunos de sus asesinos.

El anarquismo no es producto de un erudito o de un filósofo, sino una planta silvestre de la lucha de clases. Por eso no conseguiréis taparnos la boca. La lucha de Alfredo contra el 41 bis nos lo ha vuelto a demostrar: queríais hacerlo callar para siempre, sus ideas nunca se habían difundido tanto.

Lo he intentado, pero no consigo imaginar como serán tus horas en esta lucha titánica, rodeado de enemigos. Sólo quiero gritar, con todas las fuerzas que tengo: ¡ALFREDO, NO ESTÁS SOLO!

Las rejas no pueden encerrar la anarquía.

Michele Fabiani
Perugia, 14 de marzo 2023

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Declaración de Francesco Rota en la audiencia de revisión de las medidas cautelares de la operación Sibilla

Si tomo la palabra hoy es únicamente para defender y apoyar, todavía e igual que siempre, al compañero Alfredo Cospito y nuestras ideas y prácticas anarquistas revolucionarias. La investigación Sibilla, por la que se nos acusa de instigación a la delincuancia con el agravante de finalidad de terrorismo en relación con la publicación de “Vetriolo” y de otros artículos y contribuciones, se está utilizando sin ningún pudor para justificar y poder mantener la aplicación del 41 bis contra Alfredo Cospito. Respecto a las acusaciones en nuestra contra, no tengo nada de lo que arrepentirme: asumo la responsabilidad de la redacción, publicación y distribución de “Vetriolo” y “¿Qué internacional?”, que he tenido el placer de realizar junto al compañero Alfredo Cospito.

La lucha revolucionaria contra el Estado y el capital no conoce instigación, promotores, coordinadores o supuestos roles “orientativos”. En este sentido, reitero que el compañero Alfredo Cospito es un revolucionario, no un “instigador”. Quien actúa contra el Estado y el capital ya ha madurado una determinación tal como para no necesitar ser “instigado”, porque es la autonomía de pensamiento y acción la que se expresa, no el gregarismo y la subordinación a órdenes, algo que ciertamente caracteriza a los servidores del Estado, no a los anarquistas y a los revolucionarios.

En los 28 años que llevo de vida nunca he dejado de luchar ni de soñar. He tenido la gran suerte de conocer el anarquismo prácticamente desde siempre, y he madurado mis convicciones no por una adhesión acrítica, sino por una gran urgencia que siempre he sentido: derrocar esta realidad social autoritaria en favor de un mundo de seres libres. Por eso, nadie me impedirá seguir afirmando mis ideas, ni solidarizar con los anarquistas revolucionarios en prisión. Asimismo, me he alegrado y seguiré alegrándome por todas las acciones contra el Estado y el capital, destellos de conciencia en la oscuridad de la noche.

Si Alfredo Cospito muere, cualquier persona con un mínimo de espíritu critico sabrá quienes son los instigadores, los ejecutores y los responsables de su muerte. Hoy, a este compañero mío, no necesito decirle que sea fuerte, porque es el propio Alfredo, eres tú Alfredo, si bien en unas condiciones de reclusión durísimas, el que ha dado fuerza a todo un movimiento anarquista y revolucionario. Al compañero Alfredo Cospito va un abrazo, con la pasión y el afecto de siempre.

Viva la anarquía.

Francesco Rota Sulis
Perugia, 14 marzo 2023

 

Traducido de: lanemesi.noblogs.org