«Hoy se me juzga por esto y nada más» Declaración en la audiencia por motivo de la vigilancia especial (L’Aquila, 4 abril 2023)

A continuación la declaración que Gianluigi, compañero anárquico de Teramo, ha leído durante la audiencia por la vigilancia especial llevada a cabo el 4 de abril en el tribunal de L’Aquila.

 

Visto el empeño y el afán con el que la Jefatura de Policía trata de contar mi historia, también yo quiero expresar algunas palabras sobre mí, dado que no son acciones las que se juzgan, sino mi persona, que pretenden hacer pasar por “socialmente peligrosa”.

En un largo dosier que comienza nada menos que en tiempos del instituto… Y lo hacen bien!

Porque respecto a mí y a la visión que tengo del mundo, pocas cosas han cambiado.

De hecho siempre he obrado, me he dedicado y he luchado para que pueda existir una sociedad más libre, igualitaria y justa. Cuando he visto o percibido una injusticia nunca he mirado para otro lado ni he hecho como si nada ocurriese, sino que, a mi manera, he luchado para que dejasen de existir tales injusticias.

Todas esas páginas de la Jefatura hablan de ello, y francamente, no tengo nada de lo que arrepentirme. Al contrario.

Creo que si más personas actuaran de este modo, todos y todas viviríamos un poco mejor.

En la solicitud de aplicarme Vigilancia, se hace especial mención a los dos últimos años… ¿De qué están hablando?

De luchas para que todos dispongan de un techo, de recuperar espacios abandonados para crear lugares de socialización, cultura y lucha, de protestas junto a los proletarios, de manifestaciones contra el racismo y la discriminación, de movilizaciones en apoyo a compañerxs, de jornadas para proteger el medio y el ecosistema en el que habitamos.

Verán señores, no estoy hablando de la “gravedad” jurídica o menos de aquello de lo que se me acusa. Estoy hablando de lo que he hecho, de su justicia ética. Y en este ámbito no tengo nada de lo que defenderme porque no veo nada malo en ello, al contrario.

Todo lo que he hecho, ha sido con plena consciencia, convicción y considerando que era para mejorar las condiciones de todos, porque siempre he creído que no existe liberación individual sin liberación social.

Pero no acepto la actual acusación, y la devuelvo al remitente.

La acusación de ser “socialmente peligroso” o un “peligro público”, esa si que no lo acepto.

No la acepto porque los hechos demuestran lo contrario. Porque respecto a la “sociedad” y lo “público” (que ajustándonos a la definición etimológica significa relativo al pueblo), ¿qué peligro podría representar?

Al contrario, siempre me esforzado por aquellos para quienes me consideráis peligroso. Y si conocierais mínimamente la realidad, las relaciones sociales existentes, sabrías que es así.

Que para lo “social” y lo “público” no soy ni un enemigo ni un peligro, sino simplemente un individuo que, junto a otros, se dedica a mejorar las condiciones de todos, especialmente de los más desfavorecidos.

Por eso quiero reiterar que no acepto esta acusación, y la devuelto al remitente.

Y añado que el verdadero peligro social son aquellos que oprimen a diario, que devastan el ambiente, que discriminan, que nos arrebatan o nos niegan un techo, quienes crean e incentivan guerras entre pobres, quienes financian y dirigen guerras por el mundo, quienes saquean territorios, quienes reprimen sin escrúpulos, quienes nos obligan a elegir entre pagar facturas o hacer la compra, quienes después de explotarte durante toda una vida te dejan en la calle, quienes dejan morir personas en el mar, en los puestos de trabajo y en las cárceles.

Para mí, el verdadero peligro social son ellos.

Y este peligro siempre lo he combatido.

Por eso y nada más es por lo que hoy se me juzga.

Así que, si debéis condenarme, al menos sed honestos y decid: “Te condenamos porque siempre te has opuesto a las injusticias. Porque, a tu manera, podrías representar un peligro para aquellos que nos obligan a una vida de miseria humana, material y social”.

Pero quizás es pedir demasiado y, a diferencia del extenso dosier con el que se me acusa, estas pocas líneas sean principalmente para las personas que están fuera de esta sala, en la sociedad. Personas para las que se me acusa de ser un peligro.

Estas pocas palabras son para ellas.

Decir que, con independencia del resultado, la dignidad, la justicia social y la libertad no puedesn retroceder, ni siquiera ante un tribunal.

Porque un mundo de libres e iguales es el sueño más hermoso que se pueda realizar.


La vigilancia especial es una medida de control muy restrictiva: arresto domiciliario, prohibición de abandonar el municipio, prohibición de juntarse con grupos de personas concretas, y prohibición de acudir a ciertos lugares. Es una medida preventiva dirigida contra la persona por lo que es y por las ideas que defiende, y al mismo tiempo es un aviso para todxs.

Traducido de: Il Rovescio, La Nemesi