No queremos más cárceles ni CPR
El domingo 7 de mayo nos aventuramos en los campos de la parte trasera del CPR de Mancomer para llevar calor y solidaridad a los reclusos. Muchos de ellos han sido deportados recientemente a Cerdeña desde el CPR de Turín, suspendido definitivamente gracias a las luchas en su interior llevadas a cabo por personas migrantes, que han causado daños tales como para decretar el cierre del lager. El suyo es un encierro que no solo les priva de la libertad aquí, sino que los condena a ser repatriados a un país que decidieron abandonar. Más allá de los motivos concretos por los cuales cada unx de ellxs decidió abandonar su lugar natal, consideramos que es de vital importancia posicionarse respecto a la responsabilidad (pasada y presente) de los Estados del norte – occidentales en la imposición de una vida de mierda a miles de millones de personas que han tenido la mala suerte de nacer en la parte “pobre” del mundo.
Con la misma idea de solidaridad, dos semanas antes fuimos a los campos que rodean la cárcel de Badu ‘e Carros (NU) para hacer llegar nuestro calor a todxs lxs presxs, y en particular a Alessio Attanasio, encerrado en 41-bis. Durante su larga detención, Alessio nunca ha agachado la cabeza. Después de infinidad de vejaciones, abusos y palizas (que ha denunciado con regularidad) sufridos en la cárcel de Massama en Oristano, ha sido trasladado a la cárcel de Nuoro. El 5 de marzo de 2023 inició una huelga de comida del talego en solidaridad con el anarquista Alfredo Cospito, Tampoco olvidamos a Domenico Porcelli, recluido en 41-bis en la cárcel de Bancali (SS), en huelga de hambre desde el 28 de febrero como protesta contra las condiciones de su reclusión. Después de dos meses en huelga de hambre su situación empeora: ha perdido 13kg, tiene dolores y pérdida de sensibilidad en las articulaciones. El 3 de mayo ha hecho saber que también rechazará el tratamiento por vía intravenosa.
Y por último recordamos a Alfredo Cospito, compañero anarquista que permanece en 41-bis en la cárcel de Opera (MI), que hace poco ha vuelto a alimentarse después de 6 meses en huelga de hambre contra este régimen carcelario ampliamente definido como tortura.
Desde octubre de 2022 hemos dado voz a su lucha mediante iniciativas de diversa índole: concentraciones fuera de la cárcel de Bancali, donde estaba encerrado antes de ser traslado a Opera, manifestaciones en varias ciudades, muestras itinerantes contra el 41-bis.
En mayo de 2023 la Fiscalía de Sassari imputa una serie de delitos a 70 compañerxs, entre los cuales manifestación no autorizada, causar daños en el campo de habas cercano a la cárcel de Bancali en el que se desarrollaban las concentraciones, pintadas en la ciudad de Sassari entre otros.
Reiteramos que estado, tribunales y cárcel torturan y asesinan todos los días con total impunidad… pero también con nuestra complicidad si decidimos guardar silencio. Las acciones expuestas aquí tienen precisamente ese objetivo: no ser cómplices de los torturadores, sino cómplices y solidarios con las víctimas de la injusticia social y con quien lucha contra ella.
Nos vemos en los campos (no sólo de habas).
Compañerxs contra todas las cárceles.
Solidarios con quien lucha