De habas, micrófonos, botes de humo y paraguas. Sobre la movilización en solidaridad con Alfredo y lxs reclusxs de la cárcel de Bancali

Mientras la fiscalía de Sassari abre una investigación para sancionar la movilización en solidaridad con la lucha de Alfredo Cospito, las condiciones de vida en las cárceles italianas empeoran sin cesar, como demuestran los 22 suicidios desde el inicio del año [1], y las cada vez más frecuentes huelgas de hambre emprendidas por las personas recluidas.

Dos de ellos han muerto a pocas semanas de distancia, entre abril y mayo, en la cárcel de Augusta (SR) [2], mientras llevaban adelante esta extrema forma de protesta en el silencio más absoluto del Ministerio, del DAP y de los medios.

En la cárcel de Bancali, Domenico Porcelli, recluso en régimen 41 bis, se encuentra en situaciones de salud cada vez más críticas debido a la huelga de hambre comenzada el 28 de febrero.

En estos últimos meses hemos decidido apoyar la lucha de Alfredo Cospito contra el 41 bis y el ergastolo ostativo, auténticas formas de tortura. Además, consideramos que el sistema carcelario sirve para mantener el orden social basado en la explotación capitalista, por eso las iniciativas de estos meses también se han dirigido “contra la cárcel y la sociedad que lo hace necesario”.

Primero tomamos las calles de la ciudad de Sassari para sacar su voz de modo que todos y todas supiesen lo que estaba sucediendo a pocos kilómetros de nuestras casas. Luego fuimos quedando diferentes días delante de los muros de la cárcel de Bancali para romper el aislamiento impuesto a Alfredo, amplificando música, leyendo saludos, comunicados y actualizaciones sobre las acciones en solidaridad con esta lucha.

A finales de enero Alfredo fue trasladado a la cárcel de Opera (MI), y no ha interrumpido su huelga de hambre hasta abril, seis meses después, tras la sentencia del tribunal constitucional que ha considerado “ilegitimo prohibir al juez el considerar las circunstancias atenuantes en base a la reincidencia reiterada en delitos penados con el ergastolo”. Traducido en términos concretos, por primera vez un órgano estatal abre la posibilidad de que Alfredo no sea condenado por fuerza al ergastolo; y no sólo, esta sentencia se aplicará a todos los casos análogos. Ha quedado “contradicha” la jurisprudencia sobre delitos con cadena perpetua como única pena, lo cual es un hecho “histórico».

La solidaridad expresada en diversas formas durante los seis meses de la huelga de hambre de Alfredo ha logrado llevar a la atención pública, aunque sea por un tiempo limitado, las terribles condiciones de vida de cerca de 750 personas en 41 bis. La lucha iniciada por Alfredo contra este régimen y el ergastolo no ha terminado con el final de su huelga de hambre, y él todavía sigue en 41 bis.

Las luchas y las iniciativas de solidaridad continúan, así como la represión contra estas.

Varias fiscalías italianas están abriendo investigaciones dirigidas a reprimir las diversas acciones emprendidas los meses pasados. Como siempre, el objetivo es atemorizar y desanimar a quien ha decidido tomar la palabra y actuar de forma concreta. No es casualidad que los delitos más impugnados en la investigación sassaresa sean precisamente manifestación no autorizada, en muchos casos agravada por haber pronunciado discursos, haber leído textos o haber cantado en apoyo a Alfredo.

Esta investigación y otras acciones judiciales activadas en Cerdeña contra quien se opone a las diversas formas de colonización del territorio (ocupación militar, colonialismo energético, transformación de la isla en una gran colonia penal entre cárceles de máxima seguridad y CPR) en la práctica criminalizan la solidaridad y nos proyectan hacia un clima represivo poco tranquilizador.

La represión no detendrá nuestras luchas.

Algunxs investigadxs del campo-de-habas.

 

1http :/ www.ristretti.it/areestudio/disagio/ricerca/
2https://www.radiondadurto.org/2023/05/12/carcere-due-detenuti-in-sciopero-della-fame-morti-nel-carcere-di-augusta/

Traducido de: ilrovescio.info