Contra los CIES, contra las fronteras y el mundo que las necesita

[Texto] Contra los CIES, contra las fronteras y el mundo que las necesita

 

CONTRA LOS CIES, CONTRA LAS FRONTERAS Y EL MUNDO QUE LAS NECESITA

¿Qué es un CIE?

Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son cárceles para personas pobres migrantes. Son cárceles en las que se encierra a las personas sin documentación legal en regla, la mayoría, sino todos, a la espera de ser deportados a sus países de origen. Ni siquiera tiene que mediar una sentencia judicial, muchos internos están ahí por sanciones administrativas, con carácter preventivo. Refugiados políticos, inmigrantes que huyen de la miseria y son cazados en redadas racistas… Miles de personas pasan al año por las decenas de CIEs que hay a lo largo y ancho del estado. La mayoría de las democracias occidentales tienen centros de este tipo bajo denominaciones similares. Los CIE en el estado español aparecen por primera vez en el ordenamiento jurídico español con la aprobación de la Ley Orgánica 7/1985 del 1 de julio, sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España.

¿Qué condiciones soportan los internos?

Los internos en los diferentes CIE del estado español han denunciarlo tratos degradantes, insultos, vejaciones, abusos físicos y psicológicos, palizas y torture por parte de la Policía Nacional y custodios de estas prisiones… Y en igual medida se denuncia las condiciones de hacinamiento, incomunicación, encierro y sometimiento a la estructura carcelaria que atraviesa la realidad de los internos esperando a ser repatriados esposados metidos en un avión. A esto hay que añadirle una fortísima represión a las diferentes formas ale lucha que los internos han desarrollado tras los muros frente a estas situaciones. Estas vivencias han quedado registradas en los miles de testimonios de las personas que han pasado por sus celdas, denunciado y reconocido incluso por organismos institucionales y ONG. Que haya voces desde estos lugares, que consideramos como parte del entramado de la maquinaria de expulsión de los estados, y pongan sobre la mesa la cuestión de los CIEs, da una buena impresión de las condiciones de estas sucias cárceles para migrantes.

¿Por qué el capitalismo necesita los CIES?

Los CIE son parte de toda una maquinaria de expulsión regida por los estados en todas sus capas, tanto a nivel local como europeo, de persecución y expulsión a la población migrante. Esto es parte de las políticas de represión contra los pobres, siendo el propio sistema estatal-capitalista quien genera el desplazamiento forzado de poblaciones a través de la pobreza, el extractivismo, la explotación, la represión, la muerte y las guerras. En un interés común, Estado y Capital se sirven de estos flujos de población migrante para otorgar mano de obra barata a los empresarios para que puedan explotarlos. Siendo esta la única vía que tiene una persona migrante para sobrevivir: aceptar su rol sumiso en la metrópoli como el pilar más bajo en el escalafón de la pirámide de explotación, donde aparte de su condición de explotado que solo puede aceptar, verifica su fuerza de trabajo para malvivir, y además deberá sufrir las leyes sociales de persecución en base a su lugar de origen o color de piel. Y si no, CIE y deportación.

¿Qué intereses y negocios hay detrás de los CIEs?

No hay industria, institución o cosa que se le escape al capitalismo para hacer de ello un negocio. Los CIE, y en general, todo aquello que conforma la maquinaria de expulsión racista y xenófoba de los estados, es un negocio. Multitud de empresas obtienen rentas millonarias en la construcción y mantenimiento de los CIEs, por ejemplo CLECE, en la que el máximo accionista es el empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Otro campo del que obtienen beneficios en en el desarrollo de tecnologías para el control de las fronteras (empresas como INDRA y DRAGADOS), los contratos millonarios con las empresas de seguridad privada (como European Security Fencing), las concesiones a compañías aéreas y de viajes en los vuelos de deportación (como la millonaria concesión en España con AirEuropa que recientemente cambió a Airlines, Orbes y Air Nostrum). Toda una industria de la que obtener beneficios con la muerte de las personas pobres en las fronteras. A esto, hay que añadir los millones destinados a instituciones como FRONTEX y otros proyectos de vigilancia en las fronteras europeas. Según algunos cálculos el mercado global de la seguridad fronteriza rebasan los 50.000 millones de euros en 2022.

¿Qué tienen en común un CIE, un centro de menores y una cárcel?

El encierro. Los barrotes. Los muros. Las alambradas. Y, sobretodo, la condición de la inmensa mayoría de la población que allí se ve encerrada: su pobreza. Estas instituciones, diferenciadas por centrarse algunas en un perfil más específico como la infancia y la juventud temprana en los centros de menores o los migrantes en situación irregular en los CIE, son la respuesta de un orden social que gestiona así la desigualdad que alberga en su seno. El sistema capitalista lleva siglos generando población que reduce exponencialmente a través de diversas instituciones de encierro, como forma de gestionar la pobreza y la miseria que el propio sistema genera, y así lo atestiguan los abarrotados centros de encierro, que se llamen como se llamen, se nutren de migrantes pobres a los que explotar. Sin olvidar a todos aquellos y aquellas que van a parar allí por rebelarse contra este sistema. La lucha contra los CIEs es una lucha que alberga en su seno la lucha contra toda forma de prisión así como el mundo y la sociedad que tolera y reproduce el encierro contra sus semejantes. Una lucha que alberga el odio a la sociedad carcelaria y la guerra social misma entre ricos y pobres.

¿Y las ONGs y la Iglesia, qué?

No nos gusta la idea de colaborar con el funcionamiento de estas cárceles para migrantes en ninguna de sus formas. Nuestra lucha no se trata de mejorar las condiciones e instalaciones de una maldita cárcel, sino luchar por su cierre inmediato. Toda mejora circunstancial que pueda acontecer allí debe partir de la lucha de los propios internos, que no necesitan de la tutela paternalista de una ONG o de la Iglesia, que casi todas no dudarán en desmarcarse de ellos si sus métodos de lucha son considerados por el Poder como “violentos” o fuera de una protesta que se considere “inofensiva” y consentida. Necesitan redes de apoyo en el exterior, un respaldo solidario que parta desde la complicidad y la igualdad y nos ponga a todos como iguales en la lucha por un objetivo común, desde dentro y desde fuera de los muros: el cierre de los CIEs, cueste lo que cueste y entendiendo como legítimo cualquier método de lucha.

¿Qué hacen los políticos de un lado y de otro respecto a los CIEs?

Las periódicas protestas de los internos en los CIE o los reportajes que la prensa de vez en cuando airea las inhumanas condiciones de los CIE hacen que políticos de izquierdas, en su tradicional oportunismo, se dejen ver en las protestas o en declaraciones en los medios contra los malvados CIE. Lágrimas de cocodrilo: los políticos de izquierdas están integrados en las instituciones estatales que gestionan y administran el racismo y la xenofobia: las fronteras, las leyes de extranjería, los CIE y el mercantilización de seres humanos son gestionados por la democracia en su amplitud y los políticos de izquierda son parte de todo este entramado. Los ayuntamientos del cambio, SUMAR, Podemos y demás ralea controlan y cogestionan gobiernos e instituciones, la policía que hace redadas racistas, las políticas de deportación, los acuerdos con países como Marruecos que se encargan de reprimir y perseguir a los migrantes que atraviesan sus rutas migratorias, tienen la firma y la complicidad de todos los partidos políticos y las instituciones. El discurso más clásico derechista y xenófobo es la otra cara de la moneda del racismo y a la xenofobia de la izquierda del sistema. Todos son tentáculos de un mismo sistema y ven un mundo dividido por naciones y fronteras.

¿Cómo podemos presionar para cerrar los CIEs?

Existen muchas fórmulas de luchar contra los CIE en particular, y la maquinaria de expulsión racista en general. Toda iniciativa, sin límites, que parta de la voluntad de acabar con los CIE es buena. Apoyar las protestas y motines de los presos y presas acudiendo a las puertas de estos centros cuando sus reclusos se amotinen; señalando y atacando los intereses económicos que hay detrás de la gestión de estos centros; moviendo y activando protestas y luchas activas en los barrios contra los CIE, a través de la acción directa y la solidaridad, fuera de instituciones y partidos; no permanecer pasivos ante las redadas racistas que asolan nuestros barrios, estableciendo redes y formas de lucha y apoyo mutuo con todos aquellos que quieran enfrentarse sin vacilaciones a las fronteras y al mundo que las necesita. En definitiva, cualquier acto de lucha contra el sistema, el orden social vigente y sus diversos tentáculos es una forma de atacar al corazón de la bestia, causa y origen del racismo y la xenofobia.

CONTRA LAS FRONTERAS Y LAS NACIONES
PAREMOS LAS DEPORTACIONES

Http ://barcelona.indymedia.org/newswire/display/535879

[Racibido al correo]