Declaración en el juicio de apelación por la manifestación de Brennero

Si existe un lugar en el que las palabras no expresan meras opiniones sin consecuencias, ese es sin duda el tribunal. En pocos días, se decidirá si y por cuanto tiempo nuestro futuro estará hecho de barrotes y de cárcel.
No es razón para callarse.
En el ensañamiento represivo que las varias Fiscalías de este país reservan desde hace tiempo al movimiento anarquista – del que los 130 años de cárcel repartidos en la sentencia en primera instancia de este juicio son un buen ejemplo –, en estos días se está llegando a su punto álgido. El Estado parece decidido a condenar a muerte al compañero anarquista Alfredo Cospito, hoy a su 107º día en huelga de hambre indefinida contra la tortura del 41 bis y contra la cadena perpetua irreducible. La determinación de Alfredo, de un lado, y la brutalidad institucional del otro, hacen que pase a un segundo plano, para nosotros, el resultado de este juicio y nuestra suerte individual.
En un país marcado por una larga estela de masacres reales realizadas por los aparatos estatales de la mano de neofascistas –esta no sólo es una verdad histórica, también judicial–, quienes son condenados por “masacre política” son… dos anarquistas (Alfredo Cospito y Anna Beniamino), por “una masacre sin masacre atribuída sin pruebas”. La falsificación más odiosa de la idea y la práctica anarquistas, que ha llevado a Alfredo a la tumba para vivos del 41 bis.
Dentro de esta lógica se pueden dar 130 años de cárcel por una manifestación que ha causado, según la propria acusación, 8.000 € de daños. La coherencia, como se suele decir, está en el conjunto. Mientras se habla de Constitución, de Estado de derecho y de paz, la realidad nos dice que los gobiernos democráticos de Occidente nos están llevando directos al conflicto con Rusia, es decir, nos está llevando a un plano inclinado en cuyo fondo está la III Guerra Mundial, con la anexa aniquilación de la vida terrestre.
El encarnizamiento contra el disenso en general y contra los y las anarquistas en particular el el frente interno de dicha guerra. El 41 bis es una prisión de guerra.
Por eso asustan tanto el gran valor de Alfredo y la solidaridad que ha sabido recoger. Pertenecen a esa humanidad que jamás se pondrá del lado de las bombas de la OTAN, como nuestros compañeros y compañeras en Rusia no se posicionanán jamás junto alas de Putin.
Mientras a vosotros os toca decidir si uniros al coro de la represión cada día más desmesurada, nuestros pensamientos y nuestro corazón están con Alfredo.

Bolzano, 3 de febrero de 2023.
Giulia Perlotto, Carlo Casucci, Kamilla Bezerra, Massimo Passamani, Manuel Oxoli, Luca Rassu, Sabrina Napoli, Roberto Bottamedi, Marco Degosus, Arianna Viola, Mattia Magagna, Roberto

Traducido de: oltreilponte.noblogs.org