Con Alfredo, por la lucha internacionalista

Hoy, sabado 11 de febrero, a las 14:30 en la plaza del Esquilino habrá una manifestación por la liberación de Abdullah Öcalan, en la que habrá un bloque en solidaridad con el compañero anárquico Alfredo Cospito en huelga de hambre desde el 20 de octubre contra el 41 bis y el ergastolo ostativo. A continuación el texto de la octavilla de la Asamblea de solidaridad con Alfredo Cospito y los prisioneros revolucionarios.

CON ALFREDO, POR LA LUCHA INTERNACIONALISTA

La huelga de Alfredo Cospito ha entrado en su fase crítica, peligrosa. Un colapso orgánico es posible en cualquier momento. La movilización se centra ahora en salvarle la vida. Pero también debe quedar claro que Alfredo, con convencimiento, ha elegido llegar hasta el final, ofrecer su batalla como la enésima contribución contra las «aberraciones represivas» de este Estado y por el desarrollo de la lucha revolucionaria. Por eso se trata de asumir esta orientación suya como sustancia y base para dar continuidad a su existencia, la de Alfredo, en cualquiera de las formas que adoptará, y a este terreno de lucha que ha logrado afirmar con tanta fuerza.

Las diatribas de estos días entre el parlamento y el gobierno no pueden ocultar la verdad histórica: la mafia y las masacres son totalmente internas al Estado, igual que la elección de a quién encerrar en el 41 bis, y cuándo (las payasadas sobre Matteo Messina Denaro lo demuestran).

Reiteramos que el 41 bis y la cadena perpetua deben abolirse para todos.

Tanto la mafia como la supuesta antimafia son instrumentos de control social, especialmente en el sur de Italia. Pero el 41 bis también se utiliza como amenaza y chantaje contra los prisioneros y prisioneras rebeldes y se aplica a los militantes políticos de clase – hoy un anarquista, Alfredo Cospito; desde hace casi 20 años a los militantes de la BR-PCC Lioce, Morandi y Mezzasalma. La lucha contra la represión, la solidaridad como su principal arma, hoy son inseparables de cualquier momento aunque sea de simple defensa contra el avance de la degradación social, el estado de guerra, la ruina medioambiental asociada.

Los movimientos de resistencia se enfrentan en todas partes a esta realidad opresiva, y en los últimos años son muchas las manifestaciones de solidaridad activa en Italia, como en las luchas del movimiento No TAV, de los trabajadores del sector logística, del movimiento transfeminista, del estudiantil – pero sin duda hoy, la solidaridad que se ha creado en torno al caso de Alfredo Cospito trasciende límites y fronteras.

El 11 de febrero estaremos en las calles de Roma con el movimiento de liberación del Kurdistán y con Abdullah Öcalan, el prisionero que representa todo un símbolo y sobre el que cae la venganza del Estado turco, que utiliza el aislamiento carcelario para aislar la idea de libertad que posee este prisionero, en Oriente Próximo y en otros lugares, y la revolución social que está teniendo lugar. Los regímenes penitenciarios especiales forman parte de las políticas de tortura utilizadas por los Estados para producir arrepentimiento, retractación y colaboración. Se trata de una estrategia desplegada a muchos niveles en todos los países. Pero grande y generosa es la resistencia de los prisioneros y prisioneras de todo el mundo que rechazan este chantaje y siguen luchando contra el enemigo común. Mismo enemigo, misma lucha. Así, nuestra solidaridad también traspasa fronteras, llegando hasta Imrali en una visión de liberación social total, que en este caso reconoce como enemigos comunes a los llamados Estados democráticos y a los regímenes fascistas e imperialistas asociados con la OTAN. El régimen fascista turco en la última fase ha estado utilizando de forma brutal –además de estratégica– gas y armas químicas de destrucción masiva contra las poblaciones insurgentes, y ahora, como un auténtico chacal, también está utilizando el terremoto para infligir más sufrimiento impidiendo la llegada de auxilio y suministros a los territorios del Kurdistán. Esto es una masacre. Esto es terrorismo.

Los prisioneros y prisioneras de la guerra social retenidos como rehenes en la cárcel pagan un precio muy alto por apoyar la posibilidad y la necesidad de la revolución. Independientemente de la tendencia política a la que pertenezcan, son una parte inestimable del movimiento de liberación.

Como declararon algunos prisioneros y prisioneras turcos que recientemente han obtenido la victoria tras una larga huelga de hambre indefinida (96 días) en las cárceles del Estado griego: «Nuestra resistencia nos une, nuestra resistencia es la base del internacionalismo, nuestra resistencia refuerza la unidad de nuestros pueblos».

FUERA ALFREDO DEL 41 BIS, CONTRA ERGASTOLO Y OSTATIVITÀ*, LIBERTAD PARA ÖCALAN, VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL.

HONOR A LOS MILES DE COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS CAÍDAS.

Assemblea di solidarietà con Alfredo Cospito e i prigioneri rivoluzionari
Roma, febrero 2023


*NdT: «Ostatività» se refiere al carácter hostil del tratamiento penitenciario contra ciertas categorías de presos, que se materializa en el arrepentimiento y la colaboración como única forma de tener acceso a «beneficios», que en realidad de beneficios no tienen nada, son «derechos» contemplados por su misma ley.

Traducido de: lanemesi.noblogs.org