G.G.G.P. – Fedeli alla linea! ¡Libertad para Gaia, Gino, Gigi y Paolo! Llamada a la continuación de la publicación «Bezmotivny» (circolo anarchico «La Faglia» agosto 2023) + textos de Alfredo, Michele y Francesco sobre op. Sibilla

G.G.G.P. – Fedeli alla linea!
¡Libertad para Gaia, Gino, Gigi y Paolo!
Llamada a la continuación de la publicación Bezmotivny

 

«En líneas generales, y en desacuerdo con la valoración del Ministerio Público, la medida del arresto domiciliario parece idónea para contener la prosecución de la publicación “Bezmotivny” y las actividades relacionadas con la propaganda instigadora.
La contención en el domicilio de los principales investigados […] parece razonablemente capaz de obstaculizar tanto toda la actividad que conduce a la realización de cada número periódico como el resto de actividades relacionadas.
Ciertamente, la concurrencia de la voluntad de los sospechosos, a quienes en última instancia se confía el cumplimiento de las prescripciones de la medida domiciliaria, es indispensable para la eficacia de la medida. Si existe tal concurrencia, se evitará la reincidencia. De lo contrario, sólo quedará el agravamiento de la medida».

Estas son las conclusiones de la orden de custodia cautelar que el pasado 8 de agosto ha llevado al arresto domiciliario con brazalete electrónica (todavía sin aplicar debido a la falta de dispositivos) de cuatro compañeros anarquistas de Carrara (uno de ellos pasará dos noches en la cárcel a la espera de que se determine su domicilio) y cinco obligaciones de residencia con toque de queda de 19 a 7 para otros cinco, entre los cuales un compañero de Aquila y uno de Spoleto. Palabras de una claridad tan explícita que dificultan cualquier comentario adicional: el juez de instrucción de Génova, Riccardo Ghio, no se avergüenza de afirmar apertis verbis que el objetivo de las medidas cautelares que acaba de ordenar es silenciar un medio de prensa anarquista. Va más lejos, al considerar excesivo el arresto en prisión (único aspecto en el que se atreve a discrepar con el fiscal Federico Manotti, que solicitaba 10 órdenes de arresto en prisión), afirma claramente que su prodigalidad está condicionada precisamente a la suspensión de la publicación del maléfico periódico. De lo contrario, no quedará sino el agravamiento de la medida.
Llevamos años denunciando el desencadenamiento de un giro autoritario que trasciende los gobiernos y su color político, que se ciñe al Estado profundo y a sus instituciones autónomas. Un giro que se verifica en una coyuntura en la que la burguesía, aun en ausencia de un conflicto social particularmente agudo, se muestra cada vez más nerviosa e indispuesta hacia cualquiera que ose importunar al maquinista. Clamorosos, nunca nos cansaremos de denunciarlo, los arrestos ordenados por la Fiscalía de Piacenza el año pasado contra sindicalistas acusados de «extorsión» – clamorosos porque nos dan una idea psicológica de cómo consideran hoy los jefes su dinero y el dinero que deben a sus subordinados. Sin duda, el frente de ruptura de este giro está golpeando el movimiento anarquista.
La elevadísima condena de Juan Sorroche, el kafkiano proceso Scripta Manent (con informes periciales inservibles que 15 años después se convierten en pruebas concluyentes para la recalificación en masacre política, en ausencia de muertes, de uno de los incidentes impugnados en el Tribunal de Casación, en ausencia de muertes), la decisión del precedente gobierno de Unità Nazionale y la enérgica defensa del nuevo gobierno de Derecha de encerrar por primera vez en la historia a un anarquista en 41 bis, sólo por citar los acontecimientos más graves.
En este giro, la prensa anarquista aparece como el objetivo preferente de los ataques del Estado. Primero con la pandemia y luego con la guerra en Ucrania entre la OTAN y la Federación Rusa, el clima cultural e informativo en Italia ha entrado en una fase de homologación de la que no se tiene memoria en periodo republicano. La disidencia se ridiculiza con facilidad como «conspiracionismo», como si el pensamiento único fuera tan fuerte que cualquiera que diga algo diferente está epistemológicamente loco. Con los anarquistas esta operación fracasa, tanto por la realidad de sus ideales, que son la única alternativa posible a un mundo fundado en la autoridad y la propiedad que marcha (literalmente) hacia la autodestrucción, como porque las palabras de los anarquistas no se quedan en meras palabras, sino que implican acción. Entonces suenan las esposas.
Sin embargo, es muy raro encontrarse con magistrados tan estúpidos como para ser así de francos. La investigación denominada
Scripta Scelera, se presenta con la ambiciosa intención, ya desde su nombre, de ser la secuela de Scripta Manent pero resulta ser una mala copia de la investigación Sibilla. La instigación a la delincuencia, concretamente el delito de opinión, es el motor que impulsa ambas investigaciones, de Perugia y Génova. Esto en sí mismo parece indicativo del giro autoritario en curso. Pero la investigación dirigida por la Digos de La Spezia y coordinada por la Fiscalía de Génova es todavía más embarazosa debido al nivel cultural de los autores – incluso en sentido estricto, ya que cada página de los documentos está repleta de gazapos, errores semánticos y de sintaxis, pasajes en blanco a la espera que el autor vuelva sobre el archivo de texto y que luego se olvida de completar.
No nos interesa desmontar un teorema que se desmonta por si mismo. Por otro lado, no se puede sino estar orgulloso de los crímenes impugnados a los compañeros, sea quien sea el autor, más aún tratándose de delitos de opinión. Sin embargo encontramos vulgares falsificaciones históricas y políticas sobre las que no podemos guardar silencio.
En general, todo el articulado consiste en afirmaciones apodícticas que los autores de la investigación no prueban, sino que simplemente relatan. Tal compañero es «jefe internacional de los insurreccionalistas», este otro «es el líder de los anarquistas de Carrara», el otro es el «punto de referencia del movimiento federacionalista (???) de Umbría». Estos personajes de ficción conforman a voluntad una novela, lo que ocurre en Italia es hijo de la misma mano narrativa (a cierto punto se puede leer que «la FAI informal no tiene respeto ni siquiera por Falcone y Borsellino» hablando de una lápida vandalizada en Roma, y lo mismo vale para cualquier otra acción ocurrida en Italia).
En esta
fábula se afirma por ejemplo que el periódico anarquista Vetriolo se cerró por la Operación Sibilla, iniciada el 11 de noviembre de 2021. Esta afirmación en una falsedad bochornosa: tras la operación Sibilla, Vetriolo ha publicado un nuevo número, concretamente el número 7, con fecha del verano 2022 y estamos bastante seguros que saldrán más. De esta sucia mentira los investigadores derivan otras: la solidaridad dada a Vetriolo, la decisión de volver a publicar algunos artículos bajo acusación, además de publicar las cartas desde la cárcel de Alfredo, de Michele en arresto domiciliario y de Francesco sobre la Operación Sibilla, la calificación de continuadores de Vetriolo (pero esto decidido por el novelista, que como siempre lo cuenta pero no lo prueba) demostraría a ojos de los inquisidores que los compañeros de la redacción de Bezmotivny tienen la cognición psicológica (la intención) de cometer el delito de instigación a la delincuencia. Si todavía hubiera algún demócrata sincero, llegados a este punto recordaría que el tribunal de revisión de Perugia ha anulado dos veces estas medidas cautelares. Pero no es suficiente, dos compañeros de Vetriolo están acusados en esta nueva operación, básicamente con los mismos cargos que en la anterior.
Todo esto
sin duda hace sonreír pero no debemos pensar que, en sí misma, la ineptitud de Digos, Fiscalía y juez de instrucción pueda sugerir un rápido eclipse del teorema. Nunca debemos subestimar el peligro de los tontos. En palabras de Oscar Wilde [Marc Twain?], mejor no discutir con un idiota: hará que te rebajes a su nivel y allí te ganará por experiencia. Aunque presentado en una forma gramatical y políticamente analfabeta, el trasfondo de esta operación represiva es muy claro: un ataque directo a la solidaridad y a las ideas anarquistas.
En resumen, parafraseando a Ennio Flaiano, la situación es grave pero no es seria.
Las obsesivas vueltas de tuerca sobre Alfredo Cospito dicen algo al respecto. El compañero fue trasladado al 41 bis. Quien ha publicado libros y periódicos con él ha sido arrestado. Quien ha mostrado solidaridad con esos compañeros ha sido a su vez arrestado (aunque mientras tanto han sido exculpados). Si tocas el cable mueres, nos está diciendo el Estado. La mañana del 8 de agosto se alcanzaba el culmen de esta estrategia de represalia del Estado con el secuestro de una imprenta comercial en Avenza (Carrara). Como diciendo: ¡ay de los que se relacionen con los anarquistas, aunque sea una transacción profesional. Manteneos alejados de ellos, de lo contrario tendréis grandes problemas! Que se avergüence el señor Manotti y que recuerde, la próxima vez que vaya a hacer un proceso con la DIA, que lo que ha hecho en Avenza no tiene nada que envidiar a la ética mafiosa.
Por otro lado, las afirmaciones de quien
es se desvinculan son capitalizadas por los inquisidores y pasan a formar parte de una pieza importante de la investigación. Así vemos a la Digos babeando detrás de las acusaciones de relato contra nuestros compañeros, recalcando una vez más la estrategia de dividir a los anarquistas en «buenos» y «malos». Fortaleciendo la investigación con los actos perversos [scellerati] de quienes, al contrario, han negado la imprenta a nuestros compañeros.
A todo esto se reacciona continuando nuestro camino. Es necesario ser conscientes de la gravedad del momento, pero no podemos permitirnos dejar que nos aplasten desde una óptica meramente defensiva frente a las operaciones represivas. La historia de Bezmotivny nos dice exactamente lo contrario. El periódico, sin negar nunca la solidaridad y pronunciándose con coraje de parte de los indefendibles, de los revolucionarios, de los prisioneros, pagando un altísimo precio por ello, ha mantenido en los años una línea editorial que, lejos de toda forma de especialización anticarcelaria, en primer lugar ha calificado positivamente esa autodefinición de periódico
internacionalista.
En las columnas de Bezmotivny, internacionalismo no ha significado solamente publicar noticias de los prisioneros anarquistas en el mundo y las reivindicaciones de las acciones anarquistas alrededor del mundo.
El internacionalismo es ante todo una posición teórico-práctica bien precisa: significa tener una lectura de las relaciones internacionales de hostilidad con respecto a cada Estado y cada interés capitalista nacional. Sobre a la guerra en Ucrania, Bezmotivny ha sido una voz casi solitaria en defensa de las posiciones internacionalistas intransigentes: contra todo Estado, empezando por el nuestro; por tanto por la derrota de Italia y sus aliados; por la derrota de la OTAN; reafirmando que nuestro enemigo no está en Moscú, sino en Roma; todo esto sin abandonar
a esos anarquistas que en Rusia y Bielorusia combaten contra su propio Estado y capitalismo, publicando las reivindicaciones de sus acciones. Con estas posiciones hemos compartido y estamos orgullosos de ello las manifestaciones del 25 de abril en Spoleto y del 1 de mayo en Carrara en 2022 – manifestaciones que naturalmente se han convertido en otros cargos por 414 c.p..
Queremos que todo esto continúe.
Lo queremos a pesar de las amenazas de la magistratura, lo queremos porque en defensa de nuestra «libertad de palabra» lo único sensato es seguir utilizando la palabra. Llamamos al movimiento anarquista a que asuma colectivamente la responsabilidad de imprimir un nuevo número de Bezmotivny. Un número que, como es natural, sea una respuesta y provocación a la orden de censura, pero que al mismo tiempo continúe con los temas que el quincenal de Carrara ha desarrollado en estos años. Porque cada paso que retrocedamos hoy, nos costará mucho recuperarlo mañana. Especialmente porque esas ideas se necesitan con urgencia.
La historia nos enseña que la censura nunca paga, que los censores son olvidados mientras que las obras que se querían hacer desaparecer de la circulación se vuelven eternas. A quien en su cabeza tiene indicios de proscripción, no tenemos nada que decirle. Además, sois demasiado estúpidos para comprender.

¡Contra la censura, perseveramos con la propaganda anarquista!
¡Si intentáis taparnos la boca, os morderemos la mano!
¡Tan sólo mierda para quien presenta indicios de proscripción!
¡Defendamos la prensa anarquista publicando!

Circolo Anarchico “La Faglia”
via Monte Bianco 23, Foligno
circoloanarchicolafaglia@inventati.org
t.me/circoloanarchicolafaglia

Traducido de: lanemesi.noblogs.org


Adjuntos (pdf):

Alfredo Cospito – Respecto a la operación Sibilla
Michele Fabiani – La reacción en Italia. Mensaje en el barril sobre la operación Sibilla y mucho más
Francesco Rota Sullis – Espacios blancos y letras negras.
Sobre la operación Sibilla