Proceso contra 3 compañerxs por manifestación en solidaridad con Alfredo Cospito. Declaraciones de 2 de ellxs (Lecco, 1 feb 2024)

El jueves 1 de febrero se celebró el juicio en primera instancia contra 3 compañerxs acusados de manifestación no autorizada por la concentración en solidaridad con Alfredo del 28 de enero 2023 en Lecco. Dos compañerxs han aprovechado la ocasión para leer dos declaraciones espontáneas para reafirmar la solidaridad con Alfredo y con todxs lxs presos encerrados en el régimen 41 bis.

De este modo hemos querido reavivar la lucha contra la cárcel y el 41 bis también en sus tribunales, con ayuda de la nutrida presencia en la sala.

¡El proceso ha concluido con 3 absoluciones!

DECLARACIONES:

Hoy estoy aquí, acusada de ser una de las promotoras de una manifestación no autorizada en solidaridad con el compañero anarquista Alfredo Cospito ocurrida el 28 de enero de 2023 en Lecco.
En ese momento Alfredo llevaba en huelga de hambre desde el 20 de octubre de 2022, contra el régimen del 41 bis en el que se encontraba desde mayo de 2022.
No me compete ni me interesa el resultado de esta acusación, en cambio me importa afirmar, hoy igual que entonces, mi solidaridad con la lucha de Alfredo contra el régimen de tortura legalizada en la que todavía está encerrado.
En aquella ocasión bajé a la calle, hablé y repartí octavillas, igual que otras muchas veces, en otras ciudades, en concentraciones y manifestaciones.
Expresé mi preocupación por la vida de Alfredo, trasladado dos días antes del 41 bis de Bancali, Sassari, a la sección sanitaria 41 bis de la cárcel de Opera, Milán, a causa del empeoramiento de su estado de salud.
Me he pronunciado contra el régimen penitenciario en el que él y otros tantos prisioneros se encuentran en un régimen en el que la vida está privada de la propia vida: cada momento del día está reglamentado y controlado por los carceleros; sólo se tiene una hora de patio al día compartida con otras 3 personas como máximo, elegidas por la cárcel; se pueden tener un máximo de 4 libros en la celda, y los periódicos y la correspondencia son censurados; no existe posibilidad de ver el cielo, porque las ventanas son de tipo sótano [permiten aireación y entrada de luz pero no “estirar la vista”], ni de tocar una brizna de hierba, porque el patio es un espacio angosto con muros altos y una estrecha red a modo de techo; solo una hora de visita al mes con familiares, pero sin ningún contacto humano o afectivo, el panel divisorio y el interfono hacen imposibles los abrazos o una simple caricia; por no hablar del espacio en el que transcurren 23 horas al día, habitaciones de 3,5 m. x 1,5 m. con catre, silla, mesa y baño, no hay espacio para moverse o caminar.
Ante esta tortura de privación sensorial, sicológica, cultural y afectiva ¿cómo no exponerse personalmente contra el régimen de tortura del 41 bis?
Hoy como ayer, continúo con esta lucha de justicia social con mis palabras y mis acciones, en solidaridad con Alfredo y con todos aquellos que todavía sufren ese régimen.
Hoy como ayer repito: Alfredo fuera del 41 bis, fuera todo/as del 41 bis.

Maya

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Quiero tomar la palabra en este proceso judicial para continuar la contribución al debate que ha creado la huelga de hambre de Alfredo Cospito, trayendo también aquí, a los tribunales, el discurso sobre los regímenes penitenciarios de tortura que usa el Estado italiano.

Lo primero quiero subrayar que Alfredo todavía sigue en esa mordacchia[1]máscara de tortura o Scold’s Bridle medieval del 41 bis, y no puedo, en este preciso momento, no pensar en él.

Así que, ya que se me juzga porque el 28 de enero de 2023 decidí bajar a la calle en Lecco junto a docenas de personas para mostrar solidaridad y cercanía a Alfredo, que llevaba ya más de 100 días en huelga de hambre, y a las más de 750 personas que viven en sus carnes el régimen de tortura del 41 bis, me parece justo repetir en esta sala aquello que dije con un megáfono ese día.

Alfredo es un compañero anarquista revolucionario que ha decidido emprender desde el 20 de octubre una huelga de hambre indefinida por la desclasificación del 41 bis después de haber vivido en sus carnes el horror de este régimen. Su lucha ha despertado a quien durante años no se ha dado cuenta de lo que sucedía en las mazmorras de estado del 41 bis. Aunque sólo sea por eso no puedo sino agradecer su indómita pasión por la libertad. Ha emprendido esta lucho en primer lugar por sí mismo; pero, como anarquista, ha querido llevar su lucha personal al plano político, destapando la caja de Pandora de esta forma legal de tortura italiana en nombre de todos los presos en sus minsmas condiciones.

Pero, ¿qué es el 41 bis?

El 41 bis es un régimen penitenciario adoptado en 1992, como medida provisional y de emergencia, a raíz de las masacres mafiosas de aquellos años. Von el tiempo el estado italiano lo ha ido modificando a su medida, ampliando su aplicación a muchas categorías de prisioneros. El 41 bis, tal vez un caso único en el mundo, es un instrumento de tortura decretado por ley. El Departamento de Administración Penitenciaria, de acuerdo con la Fiscalía Antimafia y el Garante de los presos, regula la vida de lxs prisionerxs entrando en cada momento de su jornada; aislamiento total durante 23 horas al día, un máximo de 3-4 libros en la celda, sólo una hora de visita al mes únicamente con los miembros de la familia detrás de una mampara de cristal y hablando a través de un interfono, censura de la correspondencia, prohibición de recibir información sobre los propios intereses o el territorio incluso de los periódicos (los artículos “inadecuados” son recortados por los guardias), y mucho más. Estas restricciones no tienen nada que ver con cuestiones de seguridad, sino que representan una vejación gratuita, la venganza del Estado. En la práctica, se quiere enterrar vivo al prisionero, aniquilándolo y humillándolo.

Alfredo ha luchado contra todo esto con el único medio que le quedaba, su propio cuerpo.

Citando a Alfredo:

«Mi lucha contra el 41 bis es una lucha individual de un anarquista, no hago ni recibo recados. Simplemente no puedo vivir en un régimen inhumano como el 41 bis, donde no puedo leer libremente lo que quiero, libros, diarios, periódicos anarquistas, revistas de arte y ciencias, así como de literatura e historia. La única posibilidad que tengo de salir es renegar de mi anarquía y vender a alguien que ocupe mi lugar.
Un régimen donde no puedo tener ningún contacto humano, donde no puedo ni ver ni tomar un puñado de hierba o abrazar a una persona querida. Un régimen donde las fotos de tus progenitores son secuestradas. Enterrado vivo en una tumba en un lugar de muerte. Llevaré adelante mi lucha hasta las consecuencias extremas, no por un “encargo” sino porque ésta no es vida.»

Por todo esto, con independencia de lo que se decida en este juicio, seguiré llevando mis ideas y mis palabras a las calles y plazas.

Por la liberación de Alfredo Cospito.

Por la supresión del régimen de tortura del 41 bis.

Contra todas las prisiones.

Michael

Traducido de: leccoriot.noblogs.org

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