Operación Scripta Scelera contra el quincenal “Bezotivny”: primeras iniciativas solidarias, breve actualización y algunas observaciones

La madrugada del martes 8 de agosto, se desplegaba en varias ciudades una operación represiva –ridículamente denominada Scripta Scelera (para cada operación los señores siempre tienen un nuevo “ambicioso” o sugerente nombre)– dirigida, en las intenciones del aparato represivo del Estado, a cerrar el quincenal anarquista internacionalista “Bezmotivny”, atacando la actividad de publicación de análisis y reflexiones, así como y especialmente de textos que reivindican acciones, sabotajes e iniciativas de ataque emprendidas por anarquistas y revolucionarios de todo el mundo contra el Estado y el capital.

Recapitulemos brevemente los hechos. La operación, en la que se ven implicados de forma particular compañeros anarquistas de Carrara y el Circolo Culturale Anarchico “Gogliardo Fiaschi”, se saldó con la notificación de una investigación contra 10 compañeros y compañeras, destinatarios de otros tantos registros domiciliarios (además del efectuado contra el citado circolo), y numerosas incautaciones de periódicos y publicaciones. Entre estos 10 sospechosos (para los que el fiscal genovés Manotti había solicitado en dos ocasiones la custodia cautelar en prisión), el juez de instrucción [GIP] dictaminó para cuatro el arresto domiciliario con todas las restricciones (incluida la pulsera electrónica, que sin embargo no se aplicó por falta del material necesario), y otros cinco la obligación de residencia [obbligo di dimora] con regreso nocturno de 19.00 a 7.00 horas, mientras que un compañero se encuentra sin ninguna restricción (en comisaría le entregaron un “foglio di via” [especie de orden de alejamiento; NdT] de la provincia de La Spezia por un periodo de dos años). Uno de los compañeros en arresto domiciliario en un principio fue trasladado a prisión por orden del mismo GIP al carecer de residencia formal. En el marco de la operación, también se ha puesto bajo secuestro (levantado posteriormente) una imprenta de Avenza en la que últimamente se imprimía el periódico.

En la noche del miércoles 9 de agosto, bajo los muros de la prisión de La Spezia se realizó un saludo al compañero allí recluido, con la esperanza de que le llegaran las voces solidarias. Los presos del interior respondieron. Entre el 10 y el 11 de agosto, tuvieron lugar en el tribunal de Génova los interrogatorios de los nueve compañeros para los que el GIP había dictado medidas cautelares. El 10 de agosto, el juez dictaminó el traslado a arresto domiciliario del compañero recluido en la prisión de La Spezia. El siguiente plazo procesal en relación con las medidas cautelares será la audiencia de re-examen, cuya fecha aún no se ha fijado.

El sábado 12 de agosto se ha realizado en la Piazza Gramsci de Carrara una iniciativa en solidaridad con los compañeros implicados en esta operación represiva. De la concentración partió una manifestación en la que participaron al menos ochenta compañeros, que marcharon por el centro de la ciudad hasta la noche, pronunciando consignas. “El Estado nunca ha detenido la propaganda anarquista”, decía una de las pancartas presentes.

Algunas breves observaciones sobre la operación represiva. Como ya se ha dicho, la investigación –llevada a cabo principalmente por la DIGOS de la policía de La Spezia, por la Dirección Central de la Policía de Prevención y por la Dirección Distritual Antimafia y Antiterrorismo de Génova– se ha centrado en la actividad de edición, publicación y distribución de “Bezmotivny” a partir de 2020. En la línea de lo ya realizado en el marco de la operación Sibilla por la Agrupación Operativa Especial [ROS] de los Carabinieri y por la Fiscalía de Perugia con la coordinación de la Dirección Nacional Antimafia y Antiterrorista (que hizo confluir una investigación previa en curso en Milán), para la que la fiscal Comodi solicitó en septiembre de 2021 ocho detenciones en prisión contra otros tantos compañeros, entre ellos Alfredo Cospito, por la publicación del periódico anarquista “Vetriolo”, esta operación también tiene sus fundamentos en los cargos de asociación subversiva con finanalidad de terrorismo y subversión del orden democrático (art. 270 bis c. p.) y de incitación a la delincuencia (artículo 414 c. p.) con el agravante de finalidad terrorista. Por lo tanto, este último procedimiento presenta similitudes sustanciales, además de algunas diferencias, en comparación con el de la fiscalía de Perugia (en el que, entre otras cosas, tres de los compañeros implicados en esta última investigación ya están siendo investigados).

En primer lugar, aunque no se trata de una investigación destinada a apuntalar la orden de detención en 41 bis para Alfredo Cospito (que lleva más de 10 años en prisión y reivindicó el atentado contra el director general de Ansaldo Nucleare, R. Adinolfi), pasa a explicar –como surge con obsesiva repetición en los actos de la investigación– el descarado y vano intento de las fuerzas represivas de “redefinir” las relaciones entre compañeros, describiendo poco a poco al compañero Alfredo como un “líder”, un “ideólogo”, un “teórico con un papel orientador en las acciones”, así como las publicaciones anarquistas como “instigadoras” en relación a la realización de acciones revolucionarias. En este sentido, mientras la guerra y las necesidades belicistas de los estados representan el telón de fondo social y político de nuestro tiempo, prosigue la eterna campaña represiva anti-anarquista, dirigida a silenciar la solidaridad con los revolucionarios encarcelados y sobre todo a golpear el principio de solidaridad entre compañeros, entre explotados, en su declinación revolucionaria e internacionalista. A diferencia, por ejemplo, de Sibilla (donde evidentemente el GIP había pretendido mostrar una mayor “independencia” por su parte), es significativo como, tras la petición de las 10 detenciones en prisión por parte del Ministerio Público, este procedimiento ha tenido, en lo que a las acusaciones se refiere, una aprobación casi total en la definición de las medidas cautelares, en la medida en que para ocho compañeros el GIP las establecía también en relación al art. 270 bis c. p., demostrando así un total servilismo a las exigencias de la Ffscalía.

Por último, parece claro que con esta operación se pretende asestar un golpe al movimiento todavía en sus instrumentos de propaganda y agitación, restableciendo así el prestigio de la lucha antimafia y antiterrorista (la Dirección Nacional Antimafia hace tiempo que se convirtió también en la Dirección Antiterrorista, la estructura de coordinación de la ofensiva represiva en curso desde hace años contra los anarquistas) tras el intenso movimiento de solidaridad internacional desarrollado tras el traslado de Alfredo Cospito al 41 bis en mayo de 2022 y de forma especial durante la huelga de hambre contra el 41 bis y el ergastolo ostativo entre el octubre sucesivo y abril de este año. Una movilización que, al impedir el intento de aniquilación del compañero y conseguir evitar una cadena perpetua prácticamente segura, supuso un serio palo en las ruedas para la citada ofensiva represiva y para el mantenimiento de la paz social.

Conscientes de que no se trata de una operación contra las insustanciales “libertad de prensa”, “libertad de expresión”, “libertad de opinión”… insustanciales precisamente porque son ilusorias mentiras de la justicia, perseveramos en no tener ninguna confianza en esta última, conscientes de que el elemento “técnico” siempre queda eclipsado y dirigido por el “político”: exigencias precisas de carácter político-ideológico conducen a estas operaciones represivas, y ciertamente no es en el terreno del derecho donde se expresa nuestra lucha (y aunque quisiéramos, sería, entre otras cosas, imposible refutar acusaciones sustancialmente dirigidas contra la identidad, la personalidad, el temperamento de los compañeros). Operaciones represivas como ésta no detienen nada: mientras existan la sociedad dividida en clases, la explotación y toda forma de opresión social, el Estado no detendrá el germinar de las ideas revolucionarias y los anarquistas seguirán luchando.

El Circolo Culturale Anarchico, abierto en la calle Ulivi 8 de Carrara en los años 70, sigue activo, con su archivo en consulta, distribución e iniciativas.

SOLIDARIDAD CON GAIA, GINO, LUIGI, PAOLO Y TODOS LOS COMPAÑEROS Y LAS COMPAÑERAS INVESTIGADOS

[15 agosto 2023]

 

Traducido de: lanemesi.noblogs.org